Camino Real de Gáldar o del Norte. Camino de Arucas.
El CAMINO REAL DE GALDAR o DEL NORTE, en su tramo que transcurre por la Vega de Arucas, ha recibido diversas denominaciones, siendo conocido como “el camino que va de Arucas a Las Palmas” o el Camino de Arucas.
Desde un punto de vista geográfico, esta infraestructura conecta los espacios de la Vega de Tamaraceite, la Vega de Arucas y la costa de Layraga. Así, tras cruzar el Barranco de Tenoya y alcanzar El Portichuelo (localizado sobre el borde norte del barranco), se dirige en dirección noroeste hasta llegar al histórico pueblo de Cardones. Tras El Carril, atraviesa las tierras de Transmontaña (al norte de la Montaña de Arucas) siguiendo el Camino del Parralillo, para luego, desde Cruz de Pineda, descender por el Camino Viejo del Porrón y por La Cuestilla hasta el pueblo de Bañaderos, ya en la costa norte de la isla.
Por sus características, continúa siendo un camino de primer orden, con la función de facilitar el transporte de mercancías hasta la capital de la isla, además de conectar las distintas poblaciones de la costa norte de la isla, como Arucas y Firgas. En términos históricos, está documentada la presencia de este tramo desde el propio siglo XVI, cuando Marcos de Jacomar realiza una petición de unas tierras en 1517, que están "en término de Arucas camino de la villa de Gáldar,..., que tiene por linderos,..., de la otra parte el atajo que va al trapiche e por la otra parte el camino de Agaldar" (Ronquillo, M. y Aznar Vallejo, E.: Repartimientos de Gran Canaria, 1998).
Sobre el CAMINO DE LAS PALMAS A ARUCAS existen numerosas referencias históricas. Así, por ejemplo, Juan Ramírez, vecino de la villa de Guía, posee en 1539 unas tierras desmontadas "en el término del Bañadero", en la costa de Arucas, que tienen por linderos "de la una parte el Camino Real y de la otra el Risco Tajado" (Fuente: Ronquillo, M. y Aznar Vallejo, E.: Repartimientos de Gran Canaria, 1998). En 1551, el colono Juan de Ribera solicita un pedazo de tierras que “está en Tamaraçayte, asi como pasa el Barranco de Tamaraçayte por el camino que va a Arucas, y están donde el canto de la albarrada que antaño se hizo junto al barranco por el atajo del caminillo que va a Tenoya a mano izquierda y hasta el Camino Real que va a Arucas donde está una montañeta (...)”. Dos siglos después, el camino real sigue siendo determinante en la configuración del espacio y actividades en esta comarca de la isla. De este modo, la propietaria Elvira Del Castillo Olivares incluye en escritura de 1755 como de su propiedad, por haberlas comprado, tres suertes labradías en Tamaraceite, que se situaban “en lo alto de la junta de los caminos de Teror y Arucas”. Ya en periodos más recientes, el camino de Arucas sirvió de vía para la extensión de la producción platanera en la Vega de Arucas durante el siglo XX, facilitando la conexión de distintas zonas productoras como La Laguna, Los Parrales, Las Hoyas o Bañaderos.
Finalmente, el camino y su entorno ha participado en algunos hechos históricos de la comarca, como por ejemplo, se constituyó a partir de los caminos aborígenes que comunicaban los asentamientos locales, teniendo lugar además en diversos de sus tramos algunos episodios históricos, como por ejemplo, la Batalla de Arucas y muerte de Doramas en la zona de Trasmontaña.


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